lunes, 10 de octubre de 2016

LA ROSA BLANCA DE STALINGRADO



Hay muchas cosas que damos por sentadas y otras que nos siguen sorprendiendo como el hecho ocurrido hace un par de meses cuando algunos pasajeros se negaron a abordar un vuelo comercial pilotado por mujeres.

Pensemos, por otra parte, cómo era la vida de las chicas hace 70 o 75 años, basta ver películas de los años 1940s para hacerse una idea, argentinas, españolas o norteamericanas, da lo mismo, en una sociedad de hombres su papel era, necesariamente, secundario.

En la mismísima Casablanca la gloriosa Ingrid Bergman es una mujer atrapada entre el amor y la obligación, un alma dividida entre dos “grandes hombres”. 

Pero el mundo estaba en guerra y el papel de la mujer comenzaba a cambiar, en ninguna parte se dio el fenómeno como en la Unión Soviética.
Quiero presentarles a Lydia Vladimirovna Litvyak (Лидия Владимировна Литвяк, Lily Litvak la Rosa Blanca de Stalingrado, nacida en Moscú en 1921, “piloto deportivo” a los 16, instructora de vuelo a los 19, jefa de un escuadrón de cazas a los 21. La mujer con más derribos conseguidos en toda la historia de la aviación. 

Si tiene cara de niña es porque era eso, poco más que una niña, a la que le gustaban las flores y cuidar su apariencia, sin que eso obstaculizara su implacable instinto, habilidad y valentía. 

Enfrentó a pilotos experimentados en aviones superiores y derribó a doce.

El día que desapareció, lo hizo en la cuarta salida del día (una verdadera locura), subió a su Yak con una mano herida de bala y cayó luchando contra toda  una escuadrilla de 8 (ocho) Messerschmitt BF109.


Haremos comenzar la historia con la Operación Barbarroja, en 1941 la Alemania nazi traiciona a su entonces aliada, la unión Soviética e invade su territorio. Las pérdidas son enormes, se inicia un reclutamiento voluntario, miles de pilotos, hombres y mujeres se presentan a la leva.

A esta altura de su vida Lydia ya había entrenado a 45 pilotos, sin embargo es rechazada “por falta de experiencia” (iba a cumplir 20 años). Entonces hizo lo que haría cualquiera que quiere algo de la burocracia, simplemente mintió y fue aceptada.
Marina Raskova

En octubre del 41 el mando soviético, encargo Marina Raskova (una famosa piloto) la creación de tres cuerpos aéreos femeninos, así nacieron el Regimiento de Caza de defensa Aérea 586, el de Bombaedeo 587 y el regimiento Femenino de Bombardeo Nocturno 588, bautizado por los alemanes como las “Brujas de la Noche”, se diría que el apelativo lleva todo un reconocimiento implícito.


Llevó un tiempo para que se tomara en serio la capacidad de combate de las pilotos y después de una demostración Lydia, Katya Budanova, Maria Kuznetsova y Raisa Belyayeva fueron trasladadas a un base cerca del frente de Stalingrado.

A Lídiya le gustaba que la llamaran Lilya (Лилия, lirio) y por eso pintaba un lirio blanco en el morro de su avión. No le pidan a un soldado que distinga una flor de otra (menos a 400 Km/h) y ahí nació su apodo que luego sería leyenda La Rosa Blanca de Salingrado.

A los tres días de llegar a su nuevo destino participó del derribo de un bombardero JU88 y luego de una “pelea de perros” de 15 minutos abatió un Messerschmitt Bf 109 G-2 de la escolta, el piloto alemán saltó en paracaídas y fue capturado, resultó ser un experimentado oficial, ganador tres veces de la Cruz de Hierro. Erwin Maier pidió entonces conocer al piloto que lo había derribado. Cuando le presentaron a una rubia bajita con cara de niña que acababa de cumplir 21 años, pensó que lo estaban cargando; Lily le relató el combate incluido el detalle de que al ser atacado, Maier perseguía el caza de otra mujer piloto Raisa Belaieva. No debió ser fácil para el ego de aquel militar conocer que había sido superado por una chiquilina.

Luego de derribar otros aviones atrayendo la a tención de sus superiores ella y sus compañeras fueron destinadas al 9º Regimiento de Cazas de la Guardia, aunque siguieron volando sobre Stalingrado. A esta altura de la historia todos conocían el letal avión de la florcita blanca y los enemigos trataban de evitarlo.


Los cazas rusos eran buenos, los alemanes mejores, notoriamente a mayor altura, por lo que, para igualar posibilidades, los pilotos soviéticos debían llevar el combate más cerca del suelo, aunque esto reducía sus posibilidades de supervivencia en caso de daños en la aeronave.

Enero de 1943, kuego de un par de derribos, un nuevo destino, ¡al llegar el jefe de la base la deja en tierra!, interviene entonces el Kapitan Alexei Solomatin que se ofrece a tomar una prueba de aptitud que Litvak supera con eficiencia.

La prensa necesitaba propaganda de guerra y hace público un romance entre dos heroes Lylia y Alexei.

Juntos derriban un Focke-Wulf Fw 190, un avión notoriamente superior a los Yak soviéticos. Nuestra heroína, en solitario, baja otro bombardero Junker.


En febrero del 43 es ascendida a subteniente, condecorada con La Orden de la Estrella Roja y elegida para formar parte de un grupo de elite “caza libre” donde una pareja de pilotos tenia libertad para volar y elegir blancos.
En marzo abate un Stuka y otro FW190. Ya se había convertido en una marca oprobiosa para la Luftwaffe y todos los pilotos alemanes tenían órdenes prioritarias de “darle caza”. Ese mismo mes derriba un BF 109, es atacada por otros dos y herida en una pierna, elude la persecución con una maniobra peligrosa, para encontrarse de frente con 6 cazas alemanes, entonces ¡acelera directamente hacia el enemigo! en un duelo de nervios donde el que pestañea pierde, en el último instante la escuadrilla se abre el avión del lirio dispara averiando un enemigo, pasa y llega a la base. Cuando llega la ambulancia Lily había perdido el conocimiento.

Luego de la cirugía la mandaron a la casa, pero luego de un mes y medio había vuelto a la base por decisión propia.

 En mayo se encontraba en la cabina de su caza esperando ordenes para despegar conversaba con su mecanica Inna Pasportnikova, Alexei volvía de un vuelo de rutina y en un giro el Yak rugió, se detuvo y cayó a la vista de sus compañeros de la base


 Lilia escribe a su madre "El destino me ha arrebatado a mi mejor amigo Lyosha Solomatin ... Él era el favorito de todos y me amaba mucho, pero en ese momento no era mi ideal", "Si hubiera quedado con vida, entonces puede que la gran amistad que teníamos se hubiese convertido en amor. El era un hombre que no era de mi gusto, pero su persistencia y su amor por mí me obligó a que lo aceptase","No me di cuenta que amaba a Solomatin hasta después de su muerte.". Después de eso sentía que sólo debía "volar y luchar con desesperación". 

A fin de ese mes se presentó voluntaria para un trabajo muy dificil. un globo de observación  proporcionaba blancos exactos a la artilleria nazi, las misiones de ataque fracasaban por la impenetrable barrera de artillería antiaerea que protegia al dirigible. El primer intento de Litvyak tampoco tuvo exito, pero no se rindió, voló paralelo a la línea del frente y luego en parabola desde el lado alemán con el sol a su espalda, nadie la vió, nadie la esperaba, disparó balas trazadoras que incendiaron el hidrógeno y el globo cayó.
A mediados de julio tuvo que aterrizar de panza en territorio enemigo, herida y todo volvió caminando. Compañeros y superiores pretendieron salvarla y que no siga volando, la espectativa de vida de un piloto de caza era corta. Unos días depués volvió a quedar herida tras las lineas enemigas, entonces un compañero aterrizó cerca y la rescató. estaba claro para todos que volaba al borde de la temeridad, pero no podían detenerla. 
Ese mismo día murió en combate su amiga Katya Budanova, hasta ese momento el as femenino con mas derribos.

El primero de agosto de 1943, a 17 días de cumplir 22 años el avión de Lydia Vladimirovna Litvyak desapareció en combate en las circunstancias que relatamos al principio.



En su infinita paranoia el régimen consideraba que los desaparecidos podrían haber desertado y quienes caían prisioneros eran "enemigos del pueblo". La rosa blanca de Stalingrado desapreció de los medios, en el mismo instante en que murió en batalla.

Su actividad militar está bien documentada, pero ¿qué hacía a esa muchachita un personaje tan especial?. El hecho de no perder su identidad, no convertirse en una simple máquina de matar, seguir siendo una jovencita en medio del horror, recogia flores y adornaba con un ramillete la cabina del avión, se hacía pañuelos para el cuello ("fular") con trozos de paracaidas rotos, se procuraba agua oxigenada para aclararse (aún más) el cabello, recortaba el uniforme para hacerlo menos rígido, volvía a la base haciendo piruetas para enojar a "papá" como llamaban al comandante.

Pero ¿se acuerdan de Inna Paportnikova? su amiga, la mecánica que se sentaba en el ala del avión a conversar. Buscó el cuerpo de Llily por 36 años, en 1979 con un detector de metales y la memoria de los vecinos de Dmitrievka (Donetsk) encontró un ala del Yak, debajo estaban enterrados los restos de su amiga.
La identidad no pudo ser confirmada hasta años mas tarde, cuando estuvieron disponibles las pruebas de ADN. En 1990 el presidente Mijail Gorbachov la condecoró y ascendió a teniente y recién en 1993 Boris Yeltzin le otorgó el título de "Heroína de La Unión Soviética".

Desde entonces La Rosa Blanca volvió la consideración popular y hasta se han hecho historietas con su personaje:

Creo que sería bueno despedirnos de este post con de una manera agradable y no encontré rostro más amable que el otra heroina de la guerra, una sobreviviente, Irena Sendler que bien pudo haber sido (en otras circunstancias) nuestra Lily.