Mucha gente se pregunta ¿porqué no fue atacado el Vaticano en la Segunda Guerra Mundial?.
Entonces se me ocurrió extendernos un poco y divagar sobre los países neutrales.
La neutralidad argentina es un tema de larga discusión por estos lares, que ha movilizado mucha tinta y que trataremos en otra oportunidad.
Las de Afganistán y Turquía deben remitir a fascinantes consideraciones geopolíticas que desconozco olimpicamente.
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Las más interesantes siempre nos han resultado las europeas.
Suecia (entre el susto y el negocio de las acerías), Portugal (antigua pieza inglesa en el ajedrez mundial), España (y sus simpatías por el Eje), Suiza (entre el orgullo histórico y sus pragmáticos banqueros), Irlanda (con siglos de odiar a los ingleses, los alemanes recién comenzaban a hacer mérito) y el Vaticano (no podía esperarse otra cosa de un Estado Pontificio).
Lo que tienen en común las posiciones de Suiza, España y el Vaticano es que resultaban funcionales a Alemania y a los jerarcas del Partido Nacionalsocialista, que no constituían un peligro a retaguardia y que ya habría tiempo de ocuparse de ellos, los dos primeros se alinearían después del triunfo y el tercero desaparecería.
Hitler esperaba una posición más comprometida del régimen franquista, luego del apoyo de su partido a los nacionales en la guerra civil, hubo contribución en armamento y voluntarios, la llamada Legión Cóndor (además las ciudades y aldeas españolas sirvieron como campo de pruebas de la Luftwaffe).
Sin embargo Franco esquivó el bulto con habilidad, la contigüidad ideológica no era suficiente, esa misma Guerra Civil había desvastado España y había demasiado trabajo que hacer fronteras adentro como para pensar en un juego de dominación continental.
Más tarde Hitler expresaría que prefería que un dentista le arrancara todas las muelas en una tarde que pasar 5 minutos con ese hombrecillo irritante (el Generalísimo Franco).
Comentario al margen: hay un libro (cuyo título no recuerdo) que Juan Eslava Galán firma con un seudónimo anglosajón, en él describe las andanzas de una pequeña expedición nazi buscando artefactos antiguos por la España rural que sale de la guerra para entrar en el franquismo, ese capítulo tiene momentos desopilantes, muy recomendable.
Suiza resultaba un desafío que hay que explicar, (ver blog aparte) siempre se ha hablado (con razón) de la utilización de los bancos suizos por los saqueadores nazis, poco se menciona de los sistemas defensivos alpinos y menos aún de la contribución de la industria helvética a la maquinaria de guerra alemana. Porque esto plantearía otra duda ¿porqué los aliados no bombardearon la industria o el transporte de Suiza?.
El respeto nazi por la neutralidad suiza, rindió sus frutos, por la acumulación en sus bancos de los bienes expoliados en toda Europa, por la recepción en sus cuentas del oro evacuado hacia estos pagos y de las “inversiones” de las empresas alemanas en Argentina y por la utilización que de su territorio hicieron los organizadores de los itinerarios de fuga, como el Capitán SS “Carlitos” Fuldner, hombre de confianza de Perón y personaje para un sainete, pero esa es otra historia. (ya volveremos sobre ella).
Los aliados, que convinieron sin problemas la neutralidad Suiza, también obtuvieron ventajas, no todo el oro recuperado volvió a sus dueños y no todas las “rutas de ratas” terminaban en la selva de la triple frontera o en las desoladas costas patagónicas, un buen número de personajes poco recomendables desembarcó en los democráticos (y aristocráticos) estados de Nueva York, Virginia y la vieja Nueva Inglaterra. Como el Gral. Reinhardt Gehlen, sucesor de Canaris en los servicios secretos alemanes, uno de los organizadores de la naciente CIA y eficiente funcionario de la República Federal Alemana, pero esa también es otra historia.

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Firma del Tratado de Letrán |
El ascenso de los fascismos nacionales vio en el trono de San Pedro a Pío XI (Papa desde 1922 a 1939)
Aquiles Ratti (tal era su nombre civil) era un teólogo (y, curiosamente profesor de hebreo), pero la visión política con perspectiva temporal no era su fuerte (por no decir que el hombre era un ignorante del mundo real. Así que califica a Mussolini como “un hombre providencial” y bendice las tropas que invaden Abisinia, el Duce lo “deja pegado” en 1929 con la firma del tratado de Letrán, por el que se reconoce la independencia del "Statvs Civitatis Vaticanæ" o Estado de la Ciudad del Vaticano que alberga a la Santa Sede, la soberanía del pequeño territorio y una indemnización de 700 millones de liras por la perdida de los “Estados Pontificios”, un grupo de ducados que había dependido del Papa y ahora formaban parte de Italia.
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Firma del "Concordato" |
El Vicecanciller alemán Franz Von Papen (católico) y el Ministro de relaciones Exteriores del Vaticano, Eugenio Pacelli (que había vivido en Alemania) impulsan un tratado parecido y en 1933 se firma el Concordato (acuerdo) por el cual se otorga al Reich el derecho de veto previo sobre la designación de obispos y prácticamente se ordena la disolución del único partido de oposición legal al régimen (de orientación democristiana) a cambio de algunas seguridades y apoyo económico.
En 1937 Pío XI endurece un poco su posición y reclama vagamente sobre la persecución a católicos (no dice nada de perseguidos de otras religiones). Luego vuelve a fustigar al comunismo. En 1939 corre el rumor de una condena más sería contra el nazismo pero a mediados de ese año, poco antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial, el Papa fallece. El viejo Cardenal Ratti estaba enfermo y muere luego de una inyección aplicada por su médico personal il Dottore Francesco Petacci, padre de Clara o “Claretta” Petacci pareja de Mussolini. El Cardenal designado para remplazar a Pío XI no es otro que nuestro amigo Eugenio Pacelli, que asume con el nombre de Pío XII ¿me siguen?.
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El Cardenal Pacelli cuando vivía en Alemania |
Por supuesto se ha especulado mucho sobre la muerte de Pío XI, las culpas de Petacci, Mussolini o el propio Hitler, al respecto solo pudo decir que entre los papeles desclasificados por la Iglesia en 2001 estaba el documento inédito del Papa Ratti y si bien se llamaba la atención sobre las injusticias y persecuciones de los regimenes totalitarios, en un tono más acorde a la exigencia moral que se esperaba, tampoco era todo lo terminante que podría haber sido, teniendo en cuenta las atrocidades que se venían cometiendo.
La elección de Pío XII pone en evidencia el ascendiente de Pacelli sobre sus colegas cardenales y el consenso generalizado en la Curia sobre la política de "entendimiento" con el régimen nazi.
La elección de Pío XII pone en evidencia el ascendiente de Pacelli sobre sus colegas cardenales y el consenso generalizado en la Curia sobre la política de "entendimiento" con el régimen nazi.
(continuará...)
2 comentarios:
quiero que se conecte a mi correo personal
ceremonialyprotocolo@gmail.com
PEBR
Maravilloso!!
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