jueves, 22 de mayo de 2014

Los medios y la Guerra



Hay una carta circulando hace mucho en Internet que pregunta ¿si tuviera que elegir entre dos candidatos, a quién elegiría? ¿A un austero vegetariano que no fuma ni bebe y que se ha educado en un colegio católico, o a un fumador empedernido y obeso que se baja media botella de whisky cada noche y es escéptico con la religión ?. 

El personaje referido en primer lugar es Adolf Hitler, el otro no es Lanata, sino Winston Churchill.
 
El supuesto acertijo trata de demostrar que las apariencias engañan, pero prueba otra cosa, prueba que se puede inducir una decisión dando información parcial, sesgada y  totalmente ajena a la cuestión de fondo.

El mismo Churchill (que no era ningún santo, sino en el mejor caso un tipo jodido e inteligente) dijo que en una guerra la primer baja es siempre la verdad  (¿se acuerdan de "vamos ganando"?). Apuntaba, claro, a la necesidad de regular la información para no generar reacciones negativas. De allí a una campaña de desinformación hay un paso.

La segunda guerra mundial fue el primer acontecimiento global que puso al alcance de los Estados un medio indiscriminadamente masivo (la radio) como herramienta de influencia sobre la opinión pública. Los periodicos eran muy importantes, pero la radio estaba omnipresente.

El siguiente cambio se produjo en Vietnam, la guerra ya no era algo contado por curtidos corresponsales, ivadía los hogares con los noticieros, a la hora de la cena. La verdad de la guerra era brutal, sangrienta, despiadada; la pantallita mostraba aldeas arrasadas, civiles masacrados, soldaditos mutilados física y mentalmente, naturalmente esto generó en las familias norteamericanas un compasivo y visceral sentimiento antibelicista.

"La niña del napalm" icónica foto ganadora del premio Pulitzer, tomada en Trang Bang, Vietnam, 1972
Los regentes del poder tomaron nota, no podía permitirse que volviera a suceder,  la gente común no debería influir en las decisiones de los poderosos ni estropear sus negocios. No podía permitirse otra “chica del napalm”(1). 

El poder económico decidió tomar los medios de comunicación y crear cadenas informativas propias donde fuera posible, después de todo siempre se está librando una guerra (militar, económica, racial, comercial, religiosa o de cualquier otra clase) y la verdad debe suministrarse en dosis homeopáticas.

A partir de Tormenta del Desierto la guerra se muestra como algo ascético, imágenes aéreas o satelitales, bunkers columas de tropas, misiles y drones; ya no hay sangre el "fuego amigo" y los "daños colaterales" son líneas en un gráfico, la guerra se ha deshumanizado y carente de horror resulta soportable hasta la indiferencia.

Este es solo un ejemplo de manipulación mediática, nos asalta una abrumadora ola de datos orientados y/o superficiales. La realidad es lo que nos cuentan. Los sociólogos, más elegantemente, dicen que la realidad es un constructo político-cultural (y comercial agregaría yo).
La verdad ya no puede ser la realidad, porque la realidad es una interpretación interesada, pero la verdad aún está aquí para quien sepa buscarla, aunque sea desagradable.
foto del Boston Globe, Afganistán, Mayo de 2014

 (1) el napalm es un producto químico en forma de gel, basado de hidrocarburos, utilizado en bombas incendiarias. al explotar la bomba, el napalm se expande y difunde pegandose a cualquier superficie y ardiendo en contacto con el aire, pudiendo alcanzar 1200 grados, siendo muy dificil de extinguir.  La niña de la foto se llama Kim Phuc, se repuso de graves quemaduras en el 30 % del cuerpo y llevó una vida normal. Nació en 1963, así que en el momento del ataque tenia 9 años.

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