Hace algunos días todos fuimos golpeados en nuestra
humanidad por la imagen de Aylan, el nenito sirio muerto en las playas de
Grecia.
Eso desató una ola de conmiseración e indignación
internacional que nos llevó a “descubrir” el drama de quienes huyen de la
guerra.
La verdad es que nada es novedad, hace meses que Líbano y
Jordania piden ayuda desesperadamente, ya que sus campos de refugiados están
desbordados. Solo cuando la muerte y la miseria llegan a Europa parecen dignas
de ser “presentadas” por los medios masivos.
Hungría, por su parte, tiene una larga tradición xenofóbica y
racista ligada a la ultraderecha nacionalista. Peleó la guerra del lado de los
nazis, pero como quedó del otro lado de la “cortina de hierro” nadie le prestó
atención, hasta ahora.
Sin embargo cuando uno busca el origen del drama de los migrantes
sirios, iraquíes o kurdos las flechas apuntan hacia el Estado Islámico del que
poco se sabe más allá de sus publicitadas ejecuciones.
El Estado islámico es
el resultado de las políticas de occidente después del 11s.
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Colin Powell |
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Musab al-Zarqawi |
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Bakr al-Baghdadi |
Todo lo que hoy
sabemos o creemos saber del Estado Islámico proviene del mismo ISIS o de sus
enemigos, es decir, accedemos solo a la información que ellos quieren que poseamos.
El ISIS utilizó el dinero que Occidente destinó a combatir al
régimen de Bashir al- Asad para constituirse en un nuevo Estado en la región,
mientras Europa y Estados Unidos
continúan financiando sin ningún control la provisión de armas a grupos que no
sabemos cómo puedan alinearse el día de mañana, quizás utilicen esas armas para
crear sus propios Estados. Es la misma historia de los mujaidines en Afganistán.
La existencia de un
Estado terrorista es una circunstancia inédita a la que Occidente no sabe cómo
enfrentarse. EEUU recurre a escalar una nueva guerra fría, pero este no es el
mundo bipolar de posguerra, este mundo es multipolar, parecido al del siglo
XIX.
En las afueras de
Tikrit tenemos drones norteamericanos, fuerzas de las milicias chiita y el ejército de Irak coordinados por oficiales
iraníes con contingentes de su Guardia
Revolucionaria, aunque oficialmente EEUU e Irán no se dirijan la palabra. Es la
política surrealista que en el fondo refleja un cambio de los equilibrios de
poder que Occidente no llega a asimilar.
Mientras tanto la
economía del Estado Islámico se fortalece día a día, con la venta en el mercado
negro de petróleo y reliquias arqueológicas, bienes consumidos por occidentales.
Es momento de aclarar que estos conceptos (todo lo que está
en cursiva) le pertenecen a una figura de nivel mundial, la Sra. Loretta
Napoleoni, economista, periodista, escritora y analista política italiana,
especialista en financiación del terrorismo y lavado de dinero, temas en los
cuales asesora a gobiernos y organizaciones internacionales. Formada en la
Universidad Johns Hopkins y la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de
Londres.
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